Se habla del Yoga por todas partes, pero ¿qué conlleva exactamente esta práctica? Para algunos, se trata de ejercicio físico. Para otros, sirve para relajarse. En realidad, es mucho más.

¿Qué es el Yoga?

La práctica del Yoga tiene su origen en el Sur de India, pero no se sabe exactamente cuándo fue creado. Lo que sí es cierto, es que esta práctica está asociada con la sabiduría hindú y que pasó de generación en generación durante miles de años. Hoy en día, se practica en todas partes del mundo.

Pero contrariamente a lo que algunas personas piensan, no debería considerarse el yoga otro “deporte”, o peor aún, una manera para perder peso, porque el yoga no se puede separar de la práctica espiritual.

Los sabios indios crearon esta práctica tras haber observado cuidadosamente a los seres humanos y sus necesidades. Si un ser humano quiere evolucionar, desarrollarse y alcanzar la tranquilidad, primero tiene que asegurarse de la salud de su cuerpo. Debe saber cómo funcionan sus órganos así como varias partes de su cuerpo y satisfacer sus propias necesidades a través:

• del descanso,
• de una dieta equilibrada,
• de ejercicio físico.

Pero también debe conocer sus propios sentimientos y emociones y tratar de canalizarlos.

La práctica del Yoga empieza entonces con la plena consciencia de sí mismo, con la observación de lo que ocurre con:

• las emociones,
• los miedos,
• los pensamientos,
• las preocupaciones,
• las sensaciones físicas,
• el dolor, etc.

Ante todo, el Yoga es ser plenamente consciente de sí mismo tanto a nivel físico como mental. El objetivo es alcanzar un equilibrio entre su cuerpo y su mente, permitiendo un desarrollo espiritual.

El Yoga, entre posturas y espiritualidad

Pese a que esté estrechamente asociado con los monjes tibetanos o los sabios indios, no piense que se trata pura y llanamente de una práctica espiritual. No se lucha necesariamente para encontrar “la iluminación” y no se le obliga a llegar a ser monje o asceta. Cada uno puede practicar y sacar beneficios del yoga.

Puede aportarle mucho, independientemente de quién es, sin tener cuenta de su edad, su género o su estilo de vida.

A través de ejercicios físicos simples que aumentan poco a poco en complejidad, llamados “posturas“, el yoga le aprenderá primero a conocerse mejor, a entender sus necesidades físicas y mentales. Luego, con práctica, le empujará hacia varias etapas de desarrollo spiritual más alto, pero usted decidirá hasta qué punto.

El Yoga utiliza un enfoque cuerpo-mente

Gracias a esta práctica, recuperará un equilibrio entre su cuerpo y su mente. Un buen ejemplo: desde un punto de vista etimológico, la palabra sánscrita Yoga significa “enyugar” o “unir”, algo que le permite construir vínculos y puentes.

Se llama el enfoque cuerpo-mente, o “disciplina psicosomática”. Su objetivo principal es permitir un crecimiento físico y psicológico, pese al estrés y al ritmo salvaje de la vida moderna.

El Yoga es una herramienta increíble para armonizar su cuerpo y su mente. No está reservado a una élite, o a personas con capacidades físicas espectaculares. La sabiduría de esta práctica reside precisamente en el hecho de que sea accesible a todos, porque puede adaptarla para que corresponda a sus propias necesidades.