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Yoga, ¿por qué practicarlo?

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Yoga

A pesar de ser una disciplina practicada desde hace muchos años en Occidente (y hace miles de años en India), a menudo se desconocen los beneficios del yoga. ¿Cuál es el interés de practicar esta actividad que combina la forma física con la espiritualidad?

H2 Un poco de historia

A pesar de que el yoga es una práctica conocida desde hace miles de años, en Occidente es relativamente reciente. El yoga nació en India y es una de las seis escuelas de filosofía india ancestral.

Yoga significa en sánscrito «unión» y «yugo», refiriéndose al objetivo del yoga, que es permitir la unión del ser humano en todos los aspectos complejos: físicos, psíquicos y espirituales.

El yoga es una vía espiritual cuya primera evidencia escrita se remonta a un período entre los siglos II y V a.C.

Fue Patanjali, un erudito indio considerado uno de los padres fundadores del yoga, quien estableció las bases de forma escrita y quien implantó las «4 sendas principales» del yoga:

  •   El bhakti yoga – centrado en la devoción;
  •   El karma yoga – centrado en las acciones justas;
  •   El jnana yoga – centrado en el conocimiento;
  •   El hatha yoga – la salud y la concentración mediante el higiene de la vida y las posturas.

En el mundo occidental, lo que actualmente llamamos yoga designa una realidad únicamente de la última senda: el hatha yoga, que es la disciplina más famosa pero tan solo es una de las ramas de la amplia escuela filosófica del yoga.

Los beneficios del hatha yoga

El hatha yoga se difundió fácilmente en Occidente porque permite sentir los beneficios importantes de forma rápida, con esfuerzos relativamente limitados.

«Hatha» significa «vigor» pero también desde un punto de vista simbólico, significa «equilibrio de los opuestos».

Se trata de una disciplina de armonización y de desarrollo físico y mental. Su objetivo es desarrollar las facultades corporales (como la flexibilidad y el tono muscular) pero también las facultades psíquicas (la recuperación, la concentración y la tranquilidad).

Se lleva a cabo mediante lo que llamamos «posturas», ejercicios físicos realizados de una forma concreta. Aunque sea accesibles a todos, estos ejercicios requieren, no obstante, cierta aplicación. De hecho, no se trata de una forma de «gimnasia suave», sino un camino a la vez físico y espiritual. Cada ejercicio debe hacerse conscientemente,  es decir escuchándose a sí mismo y a todo lo que ocurre en el interior de nuestro cuerpo y mente.

El yoga es una práctica cada vez más estudiada, incluso por científicos. Así pues, existen numerosos estudios que demuestran que el yoga:

–    Permite una relajación muscular y mental casi inmediata.
–    Mejora la salud cardio-vascular.
–    Mejora la calidad del sueño.
–    Alivia el asma y los problemas respiratorios en general.
–    Disminuye el estrés y la ansiedad.
–    Aumenta la flexibilidad muscular y de las articulaciones.
–    Mejora la memoria y la capacidad de concentración, etc.

El yoga es una herramienta increíble para la armonización del cuerpo y de la mente. No está reservada a una élite espiritual ni tampoco a personas con capacidades físicas especiales. La sabiduría de esta práctica reside exactamente en la accesibilidad a todo el mundo, en función de las necesidades de cada persona.